ratón de tu ratonera, trampa que no mata pero no libera

La ausencia de deseo… La falta de vitalidad. Ese andar desincronizado del humano que lentamente se convierte en una hoja de papel de diario que camina por ahí en automático.

Hoy el mundo pareciera funcionar mejor y brindar el elixir de la felicidad solo a quienes tienen la posibilidad de viajar o de estar en pareja. Y es cuando me pregunto… Volveré alguna vez a estar en un vinculo donde se me encienda el corazón? Es lindo despertarse y encontrarse con un gesto de amor genuino, compartir un desayuno con la persona querida y otros detalles que surgen solo de un aprecio mutuo y real.

Mucho me vinculo, pienso que selecciono, pero solo lo hago con la mente no con el corazón. O quizás si, ya haya seleccionado con el corazón pero ante la imposible concreción sigo vagando vacia, como la mariposa traicionera de Maná que va de flor en flor seduciendo a los pistilos, rompiendo corazones, volando cerca del sol mientras por dentro me convierto en piedra, hielo o diamante.

no encontré mayor desazón que la de estar con alguien por quien no sentís amor, no sentís esa conexión disneilandesca en el alma que te derrite, que te hace levantarte a la noche a buscar una frazadita si ves que esa persona querida está con frío.

Deja un comentario